Hoy sabemos de las enormes potencialidades y las inquietantes fragilidades del desarrollo de los niños y niñas durante el período escolar. Así, el desarrollo de los niños no es ni la ejecución mecánica de un programa genético, ni la creación artística de sus padres, sino una compleja dinámica de interacción permanente entre su biología y las experiencias en las que participa. La cultura de la comunidad y el entorno escolar a la que el niño y la niña son incorporados afecta de una u otra manera cada aspecto de su desarrollo, pero el niño mismo juega un rol activo en ese proceso y su individualidad, con sus fortalezas y debilidades, definen su carácter único y original.
Finalmente, las relaciones humanas, las experiencias traumáticas o gratificantes, la calidad del ambiente físico y social en que el niño crece, y el delicado arreglo temporal en que todo esto sucede, tienen enorme incidencia en el curso que seguirá el desarrollo de cada niño. Como vemos, la vieja discusión sobre si es más determinante lo innato o lo aprendido, sobre cuánto “pesan” los genes y cuánto “pesa” el ambiente, ha sido radicalmente reformulada.
Trastornos? Aprendizaje? Madurez? Desarrollo? Como abordarlo. Tendrá dislexia? Le cuesta leer y entender los textos… Que juego puedo usar para que tenga más interés Juanito?. María no quiere hacer la división, le muestro el ejercicio y se enfada conmigo y se pone a llorar? Qué estrategia puedo usar con María? Pienso. Como puedo ayudar a Jaimito que tiene parálisis cerebral a que asimile de forma más fluida los contenidos de la clase?. No para de moverse y tiene todo desorganizado. Es el día a día de muchos padres y tutores de escuelas.
La faltas de habilidades para la adquisición de conocimientos, la hiperactividad y los problemas de conducta son problemáticas presentes en muchas familias y escuelas. Un trastorno, capacidad o estado emocional sin diagnosticar, puede influir notablemente en la autoestima, emociones, aprendizaje o fracaso escolar de un niño/a o adolescente.
El diagnóstico y tratamiento de los trastornos del aprendizaje actualmente no está cubierto por la seguridad social, con lo cual suele ser un problema bastante importante para las familias de clase media trabajadora y familia con pocos recursos que tienen un hijo en esta dificultad.
Cuatro veces al año realizamos unas jornadas subvencionadas parcialmente por nuestra entidad para evaluar y diagnosticar a niños/as y adolescentes con sospecha de un trastorno o problemática concreta.