¿Qué valora en el bebe un logopeda neonatal?

LOGOPEDIA NEONATAL.. LA GRAN DESCONOCIDA A NIVEL SOCIAL, PERO TAN NECESARIA EN MUCHOS CASO
Es normal que la profesión del logopeda se asocie a trastornos de la comunicación, y por ello es difícil entender qué trabajo puede realizar un logopeda en la atención neonatal. La logopedia neonatal es un área de especialización centrada en trabajar con neonatos, ya sean prematuros o nacidos a término, y durante sus tres primeros años de vida, en los cuales puede haber alguna dificultad en relación a su alimentación y posibles disfunciones orales, reflejos adaptativos y protectores, …
El principal objetivo de un logopeda neonatal se centra en mejorar y estabilizar la alimentación del bebé de manera que constantemente estará evaluándolo y reprogramando diferentes objetivos en el tratamiento, ya que los cambios a nivel evolutivo en su desarrollo son muy rápidos y constantes.
Uno de los puntos fuertes es trabajar de forma muy unida con la familia mediante el acompañamiento, para reducir así las conductas de estrés y miedos que puedan surgir durante este periodo.
Durante esta etapa, y sobretodo si el neonato está hospitalizado en una Unidad Neonatal (UCIN), es muy importante el trabajo de todo el equipo multidisciplinar para garantizar el desarrollo óptimo y el buen aprendizaje por parte de los padres para una posterior alimentación y cuidados seguros en el hogar tras el alta. El logopeda neonatal será también uno de los profesionales que acompañará a la familia durante todo el proceso tras el alta hospitalaria, haya requerido hospitalización en UCIN o no, cuando el neonato continúa presentando algún tipo de dificultad en la alimentación. Además, dará apoyo en la lactancia materna y las posibles dificultades que puedan aparecer cuando la familia desea alimentar a su hijo mediante ésta.
Existe la falsa creencia que únicamente los recién nacidos prematuros (con menos de 37 semanas de edad gestacional) o los que presentan una dificultad respiratoria u otros tratamientos especiales, son los que necesitan la figura del logopeda neonatal pero no solamente nos encontramos con éstos.
Cuando un niño nace, gracias a los reflejos primitivos (búsqueda, protrusión lingual y succión entre otros) se consigue alimentar. Según la OMS, la alimentación con leche, ya bien sea materna o de fórmula, ha de ser exclusiva hasta los 6 meses de edad, siendo ésta leche materna o leche de fórmula. El proceso de alimentación del niño, ya sea mediante amamantamiento o alimentación con biberón, se conoce como “proceso de coordinación succión-deglución-respiración”. El niño realiza un número determinado de succiones (racimos) para, seguidamente, realizar una apnea para realizar la deglución y volver a respirar. Este proceso implica la integración de múltiples vías, tanto eferentes como aferentes del sistema nerviosos central.
En ocasiones, hay niños que tras haber nacido a término, presentan dificultades a la hora de ganar peso, dificultades en el momento de la alimentación, presencia de tos durante ésta, atragantamientos, problemas con el enganche al pecho, largos tiempos para completar sus tomas, disfunciones en la anatomía orofacial … U otros casos en los que a lo largo del proceso de alimentación empiezan a emitir algún ruido, tiene tos, regurgitación de la alimentación por la nariz, rechazo a la toma, escape del alimento por las comisuras labiales, pérdida del estado de alerta y se duermen, etc Estos signos se consideran señales de alarma e indicadores de que puede haber algún tipo de dificultad en relación a la alimentación y habrá que evaluar si necesitan la ayuda del logopeda neonatal para valorar lo que está pasando. Si finalmente, tras la valoración logopédica, se corrobora la hipótesis, deberá ser tratado para garantizar un correcto desarrollo posterior en otras áreas del desarrollo.
A los 6 meses se inicia el proceso de alimentación complementaria. Esto significa que nuestro sustento principal de alimentación sigue siendo la leche (bien materna o de fórmula) y que, de forma paralela, se empiezan a introducir diferentes texturas y alimentos sólidos en su dieta. El logopeda neonatal también será uno de los profesionales encargado de seguir trabajando la alimentación y las habilidades orales tan necesarias para que se pueda llevar a cabo, ya sea mediante métodos establecidos (BLISS o BLW) o no.
El logopeda valorará aspectos como el estado de la musculatura orofacial implicada en la deglución, el control del alimento dentro de la boca, la dificultad en la deglución en alguna de sus tres etapas, el control motor oral, el lenguaje y las habilidades orales/sociales.
Debes acudir a un logopeda neonatal, cuando tu bebé:
- No gana peso durante la alimentación
- Parece que se atraganta o tose mientras come.
- Se duerme mientras come y puede parecerte que se queda con hambre.
- Muestra signos de estrés o fatiga durante la alimentación.
- No tiene un buen agarre al pecho y tienes molestias en el pecho y/o tienes grietas, mastitis…
- Rechaza el biberón
- No realiza un buen vaciado del pecho.
- Presenta más interés por objetos que personas
Cuando un niño tiene dificultades en las habilidades orales implicadas en la deglución, a corto y largo plazo, éstas van a tener repercusiones, tanto a nivel de desarrollo motriz, de fuerza, en la movilidad… de las diferentes estructuras orales. El infante puede haber adquirido patrones incorrectos de deglución, hábitos incorrectos en las mordidas, creación de malos hábitos orales, limitaciones de movimiento en la lengua y labios, etc. y éstos repercutirán en su desarrollo.
El mantener una deglución infantilizada en el tiempo puede provocar lo que conocemos como “deglución atípica”. Dicha deglución atípica puede repercutir de manera directa en la estructura y colocación de algunas piezas dentales (normalmente incisivos) que con el paso de los años pueden requerir tratamiento de ortodoncia. Si se inicia dicho tratamiento para corregir la posición incorrecta de las piezas dentales pero no se corrige el mal hábito que ha podido ocasionarlo, en el momento que haya finalizado el tratamiento de ortodoncia y esta sea retirada, existe una elevada probabilidad que las piezas dentales vuelvan a su posición anterior al tratamiento.
El momento de la alimentación se considera un buen momento para trabajar el vínculo paterno-filial a través de miradas, de expresiones faciales, de atención conjunta… siendo aspectos muy positivos que se deben trabajar para fomentar la comunicación.