El Autismo es trastorno del neurodesarrollo cuya principal característica es deficiencia en la comunicación social y la presencia de comportamientos e intereses restringidos y repetitivos.
A primera vista, algunos niños con autismo pueden presentar discapacidad intelectual, problemas de procesamiento sensorial, audición, visión y desarrollo motor alterado. Sin embargo, es importante distinguir el autismo de otros síndromes, trastornos, lesiones cerebrales y enfermedades genéticas que cursan con una sintomatología similar.
En e-TherapyKids Institute, realizamos evaluaciones diagnósticas tomando tres variables para el diagnóstico:
- Anamnesis, observación directa y administración del ADOS.
- Observación del entorno escolar
- Diagnóstico diferencial
La primera variable es una evaluación interdisciplinar, que se realiza a través de una anamnesis clínica, la observación directa del niño y la administración de la escala ADOS.
¿Qué tomamos en cuenta en la anamnesis?:
- Antecedentes prenatales
- Hitos del desarrollo
- Hábitos alimenticios y de sueño
- Coordinación
- Funcionamiento del estómago y del intestino
- Desafíos sensoriales
- Alergias
- Enfermedades médicas, incluyendo infecciones de oído y convulsiones
- Antecedentes familiares de trastornos del desarrollo, genéticos y metabólicos.
- Exposición de los padres a sustancia toxicas medio ambientales
- Evaluación física completa
- Pruebas de laboratorio de rutina
¿Qué observamos y evaluamos en la visita presencial del niño?
- Lenguaje y comunicación
- Interacción Social
- Manejo de las emociones
- Procesamiento sensorial
- Habilidades motoras y autocuidado
¿Qué escalas de evaluación objetiva pasamos a los niños y familias?
Escala ADOS – ADIR
La segunda variable que tomamos en cuenta es el diagnóstico diferencial con otros trastornos, síndromes y enfermedades mentales tales como:
- Trastorno de ansiedad: trastorno obsesivo-compulsivo
- Trastorno de ansiedad: tricotilomanía
- Trastornos del apego
- Síndrome de rubéola congénita
- Síndrome de Cornelia de Lange
- Síndrome de Cri-du-chat
- Trastorno de identidad disociativo
- Síndrome de Down
- Manejo emergente de la toxicidad por plomo
- Síndrome del cromosoma X frágil
- Abuso físico infantil
- Síndrome de Prader-Willi
- Síndrome de Rett
- Síndrome de Williams
Los trastornos de ansiedad se encuentran entre los trastornos comórbidos más comunes en el TEA. Los informes estiman que el 40-45% de los adolescentes con TEA tienen un trastorno de ansiedad comórbido [Trastornos de ansiedad en niños y adolescentes con trastornos del espectro autista: un metanálisis. Clin. Child Fam. Psychol. Rev. 2011; 14:302–317. doi: 10.1007/s10567-011-0097-0.]. Incluso sin un diagnóstico formal, los comportamientos relacionados con la ansiedad se encuentran entre los problemas de presentación más comunes para los niños con TEA en entornos clínicos. De aquí la importancia de un diagnóstico diferencial.
La tercera variable que tomamos en cuenta en el diagnostico de autismo, es el entorno escolar.
En numerosas ocasiones los tutores de la escuela muestran preocupación y llaman la atención de los padres porque su hijo muerde o golpea a otros niños, tiene falta de interés por jugar, tiene dificultades para quedarse quiero, temores intensos al salir al patio, le gusta estar solo, no sigue las instrucciones en el aula, evita el contacto visual y tiene miedo a cualquier cosa nueva
Muchos padres no están al corriente de los hitos del desarrollo de su hijo, por ser madre o padre primerizo. En este caso, la guardería o escuela es quien alerta a la familia y hace un seguimiento de los hitos en la edad escolar.
Una breve observación en un solo entorno no puede presentar una imagen verdadera de las habilidades y comportamientos de un niño o adolescente. El historial de desarrollo y los aportes de los padres, cuidadores y / o maestros son componentes importantes de un diagnóstico preciso.
Es difícil diagnosticar con precisión a los niños menores de tres años con trastornos psicológicos, ya que a menudo no pueden describir y explicar sus propios pensamientos, sentimientos y comportamientos. Sin embargo, el diagnóstico preciso y temprano permite estrategias de tratamiento dirigidas, que pueden aliviar los síntomas y ayudar a los niños a vivir vidas más satisfactorias.
Socióloga Yarubay Linares Castellanos