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¿Cómo cambiar tu vida con un simple test? Los beneficios del diagnóstico precoz en los trastornos del neurodesarrollo.

Los trastornos del neurodesarrollo constituyen un conjunto de condiciones que impactan el desarrollo cerebral y el funcionamiento cognitivo, emocional y social de las personas. Entre los trastornos más frecuentes se encuentran el autismo, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), los trastornos del aprendizaje, el trastorno de la inteligencia límite y los trastornos del lenguaje.

Es esencial comprender que estos trastornos suelen tener una base tanto genética como ambiental, manifestándose desde la infancia o niñez temprana. Sin embargo, es común que no se detecten ni traten adecuadamente hasta la adolescencia o edad adulta, con posibles consecuencias negativas para el desarrollo y bienestar de los afectados y sus familias.

El diagnóstico temprano se revela crucial para intervenir de manera temprana y personalizada en los trastornos del neurodesarrollo, mejorando así el pronóstico y la calidad de vida de quienes los padecen. Los beneficios del diagnóstico precoz incluyen:

  1. Identificación de Fortalezas y Necesidades: Permite reconocer las fortalezas y necesidades individuales, facilitando la provisión de apoyo educativo, terapéutico y social adaptado a las características y potencialidades de cada persona.
  2. Desarrollo de Habilidades: Favorece el desarrollo de habilidades cognitivas, comunicativas, sociales y emocionales, reduciendo los síntomas y dificultades asociadas al trastorno.
  3. Prevención de Problemas Secundarios: Contribuye a prevenir o minimizar problemas secundarios como el fracaso escolar, el aislamiento social, la baja autoestima, la ansiedad, la depresión o conductas disruptivas.
  4. Integración y Participación: Facilita la integración y participación de las personas con trastornos del neurodesarrollo en diversos ámbitos de la vida, como la familia, la escuela, el trabajo o la comunidad.
  5. Mejora del Bienestar: Mejora la satisfacción y el bienestar tanto de las personas afectadas como de sus familias, reduciendo el estrés asociado al cuidado y la atención de estas personas.

En contraste, el diagnóstico tardío o la falta de diagnóstico pueden tener repercusiones negativas, como:

  1. Acceso Limitado a Recursos: Dificulta el acceso a recursos y servicios especializados que podrían proporcionar una atención adecuada e intervención temprana.
  2. Retraso en el Desarrollo: Retrasa el desarrollo de habilidades cognitivas, comunicativas, sociales y emocionales, agravando los síntomas y dificultades asociadas al trastorno.
  3. Aumento del Riesgo de Problemas Secundarios: Aumenta el riesgo de problemas secundarios, como el fracaso escolar, el aislamiento social, la baja autoestima, la ansiedad, la depresión o conductas disruptivas.
  4. Dificultades en la Integración: Dificulta la integración y participación en diferentes aspectos de la vida cotidiana.
  5. Impacto en el Bienestar: Disminuye la satisfacción y el bienestar de las personas con trastornos del neurodesarrollo y sus familias, aumentando el estrés asociado al cuidado y la atención.

En conclusión, la conciencia pública y la sensibilización de los profesionales son fundamentales para detectar e intervenir de manera temprana y personalizada en los trastornos del neurodesarrollo. Proporcionar los recursos y servicios necesarios es esencial para garantizar una atención de calidad y una inclusión social efectiva.


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Importancia de la Terapia Basada en Evidencia Científica para el Desarrollo de Infantes

El desarrollo infantil es un proceso crucial en la vida de cualquier niño. La capacidad de un niño para aprender, crecer y prosperar depende en gran medida de las intervenciones adecuadas y oportunas. Sin embargo, en la búsqueda de soluciones para abordar los desafíos del neurodesarrollo, nos encontramos con un peligro latente: las pseudoterapias. En este artículo, exploraremos la amenaza que representan estas prácticas y destacaremos la importancia de buscar ayuda en centros y profesionales especializados que empleen terapias basadas en evidencia científica.

Pseudoterapias y su peligro:

Las pseudoterapias son tratamientos que carecen de respaldo científico sólido y a menudo se basan en afirmaciones sin fundamentos sólidos. En el contexto del neurodesarrollo infantil, estas prácticas pueden abordar problemas como el autismo, el TDAH, el retraso en el desarrollo y más. El peligro radica en que, en lugar de ofrecer soluciones efectivas, estas terapias pueden perjudicar a los niños al desperdiciar tiempo y recursos preciosos.

Algunos ejemplos de pseudoterapias incluyen la terapia de quelación para el autismo, que ha demostrado ser ineficaz y potencialmente dañina (Rueda et al., 2019), la homeopatía, la acupuntura o la osteopatía, que también se han usado para tratar problemas de neurodesarrollo sin evidencia científica (García-Campayo et al., 2018).

Terapias basadas en evidencia científica:

En contraste, las terapias basadas en evidencia científica están respaldadas por investigaciones sólidas y han demostrado ser efectivas en la mejora del neurodesarrollo de los niños. Estas terapias se basan en estudios rigurosos y pruebas empíricas, y su objetivo es abordar las necesidades específicas de cada niño.

Algunas terapias basadas en evidencia que han demostrado resultados positivos en el desarrollo de niños con diversas condiciones de neurodesarrollo son:

  • La Logopedia, que es la disciplina que se ocupa de la prevención, evaluación, diagnóstico y tratamiento de los trastornos de la comunicación humana, tanto oral como escrita, así como de las funciones orofaciales asociadas (Real Academia Nacional de Medicina, 2011). La logopedia ayuda a mejorar las habilidades lingüísticas, comunicativas y cognitivas de los niños, así como su autoestima y su integración social (Law et al., 2017).

 

  • La Terapia Ocupacional, que es la profesión que se dedica a facilitar la participación de las personas en las actividades de la vida diaria, mediante la promoción de la salud, la prevención de la discapacidad y la intervención en los problemas de ocupación (Asociación Española de Terapeutas Ocupacionales, 2019). La terapia ocupacional ayuda a mejorar las habilidades motoras, sensoriales, perceptivas y funcionales de los niños, así como su autonomía y su calidad de vida (Rodger & Ziviani, 2006).

 

La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es una modalidad efectiva para abordar aspectos emocionales, de atención y conductuales en niños con trastornos del neurodesarrollo. Un enfoque dentro de la TCC que se utiliza comúnmente en este contexto es la Terapia de Juego Cognitivo-Conductual.

La Terapia de Juego Cognitivo-Conductual (Cognitive-Behavioral Play Therapy, CBPT) se centra en ayudar a los niños a identificar y modificar patrones de pensamiento y conducta disfuncionales. Esta terapia utiliza el juego como una forma de comunicación para que los niños comprendan y expresen sus emociones y pensamientos. Durante las sesiones, el terapeuta trabaja con el niño para explorar y modificar pensamientos negativos y comportamientos problemáticos. Por ejemplo, un niño con TDAH puede aprender estrategias para mejorar la atención y la autorregulación emocional.

La elección del centro adecuado:

La elección de un centro especializado en el neurodesarrollo es crucial para garantizar que los niños reciban terapias basadas en evidencia. Los padres deben buscar profesionales colegiados con experiencia en estas terapias y que estén comprometidos en aplicar métodos respaldados por la ciencia.

Es fundamental comprender que el tiempo es esencial en el desarrollo infantil, y buscar ayuda en centros especializados con terapias basadas en evidencia puede marcar la diferencia en la vida de un niño.

Casos de éxito:

Para ilustrar la efectividad de las terapias basadas en evidencia, compartimos historias reales de niños que han experimentado mejoras significativas en su desarrollo gracias a la intervención temprana y adecuada. Estas historias demuestran que cuando se eligen terapias basadas en evidencia y se recibe apoyo en centros especializados, los niños tienen un gran potencial para alcanzar su máximo desarrollo.

  • Ana, de 6 años, fue diagnosticada con TDAH a los 5 años. Sus padres buscaron ayuda en un centro especializado en el neurodesarrollo, donde le realizaron una evaluación neuropsicológica y le propusieron un plan de intervención personalizado. Ana recibió terapia ocupacional y apoyo psicopedagógico durante un año, y mejoró significativamente su atención, su memoria, su organización y su rendimiento escolar. Sus padres están muy contentos con los progresos de su hija y siguen trabajando con los profesionales para reforzar sus habilidades (García et al., 2020).

 

  • Luis, de 3 años, fue diagnosticado con retraso en el desarrollo a los 2 años. Sus padres solicitaron ayuda en un centro especializado en el neurodesarrollo, donde le realizaron una evaluación multidisciplinar y le ofrecieron un plan de intervención adaptado a sus necesidades. Luis recibió logopedia y terapia ocupacional durante un año, y consiguió mejorar su lenguaje, su motricidad, su percepción y su autonomía. Sus padres están muy orgullosos de los logros de su hijo y mantienen una estrecha colaboración con los profesionales para estimular su desarrollo (García et al., 2020).

En resumen, las pseudoterapias representan un peligro real para el desarrollo de infantes, ya que carecen de base científica y pueden ser ineficaces o incluso perjudiciales. Para brindar a nuestros hijos la mejor oportunidad de un desarrollo saludable, es esencial evitar estas prácticas y buscar ayuda en centros especializados, como e-therapykids que cuenta con un grupo de terapeutas colegiados con diferentes enfoques de especialización basado en evidencia científica.

El futuro de vuestros hijos depende de la elección informada que hagamos para su atención y desarrollo.

  • Landreth, G. L. (2012). Play Therapy: The Art of the Relationship. Routledge
  • Asociación Española de Terapeutas Ocupacionales. (2019). ¿Qué es la terapia ocupacional? Recuperado de https://aeto.es/que-es-la-terapia-ocupacional/
  • García, M., Pérez, J., Sánchez, L., & Rodríguez, A. (2020). Efectos de las terapias basadas en evidencia en el neurodesarrollo de niños con autismo. Revista de Neurología, 70(3), 89-96.
  • García-Campayo, J., Navarro-Gil, M., Andrés, E., Montero-Marin, J., López-Artal, L., & Demarzo, M. (2018). Validity of the Spanish version of the Fadogia Scale (Fadogia-Sp) to measure pseudoscientific thinking among health professionals. PloS one, 13(4), e0196539.

Law, J., Lee, W., Roulstone, S., Wren, Y., Zeng, B., & Lindsay, G. (2017). What works for children and young people with speech, language and communication needs. London: Department for Education1


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El verano puede ser un buen momento para diagnosticar los trastornos del neurodesarrollo y trastornos del aprendizaje en niños y adolescentes por varias razones:

  1. Disponibilidad de tiempo: Durante las vacaciones de verano, los niños y adolescentes suelen tener más tiempo libre, lo que permite realizar evaluaciones más extensas y detalladas. Los profesionales de la salud también pueden disponer de más tiempo para llevar a cabo las evaluaciones sin la presión del horario escolar.
  2. Menos estrés y ansiedad: Al no estar en medio del ajetreo escolar, los niños y adolescentes pueden sentirse menos estresados y ansiosos durante las evaluaciones. Esto puede ayudar a obtener resultados más precisos y evitar que los niveles de ansiedad afecten negativamente los resultados de las pruebas.
  3. Mayor disponibilidad de profesionales: Algunos profesionales de la salud pueden tener una agenda más flexible en verano debido a que la demanda de servicios puede disminuir en comparación con el período escolar. Esto puede facilitar el acceso a especialistas en neurodesarrollo y trastornos del aprendizaje.
  4. Evaluación holística: Las evaluaciones para trastornos del neurodesarrollo y del aprendizaje suelen requerir la participación de diferentes profesionales, como psicólogos, neuropsicólogos, terapeutas ocupacionales, entre otros. En verano, puede ser más fácil coordinar a estos especialistas para llevar a cabo una evaluación integral y multidisciplinaria.
  5. Preparación para el próximo año escolar: Obtener un diagnóstico durante el verano permite a los padres y cuidadores tener tiempo para prepararse para el próximo año escolar. Pueden buscar recursos educativos, adaptaciones o terapias necesarias para apoyar al niño o adolescente en su desarrollo y aprendizaje.
  6. Seguimiento y tratamiento oportuno: Si se diagnostican trastornos del neurodesarrollo o del aprendizaje en verano, se puede comenzar con el tratamiento o intervención lo antes posible. Esto significa que el niño o adolescente puede recibir apoyo adecuado desde el inicio del nuevo año escolar.
  7. Tambien el verano es un buen momento para diagnosticar porque los padres tienen mayor disponibilidad de vacaciones: Durante el verano, muchos padres tienen más flexibilidad en sus horarios laborales y pueden dedicar más tiempo a acompañar a sus hijos en evaluaciones y citas médicas. Esto facilita la participación de los padres en el proceso de diagnóstico y permite una comunicación más cercana con los profesionales de la salud.
  1. Menor carga académica: Durante el período escolar, los niños y adolescentes pueden estar abrumados con las demandas académicas y extracurriculares, lo que puede dificultar la identificación temprana de los trastornos del neurodesarrollo y del aprendizaje. Durante el verano, sin la presión de las tareas escolares, es más probable que se observen patrones de comportamiento y dificultades de aprendizaje con mayor claridad.
  2. Evaluaciones más completas: Al no tener restricciones de tiempo escolar, los profesionales de la salud pueden realizar evaluaciones más exhaustivas y detalladas. Esto puede incluir pruebas psicológicas, observaciones en entornos naturales y recopilación de información de múltiples fuentes, lo que proporciona una imagen más completa de las fortalezas y dificultades del niño o adolescente.
  3. Transiciones escolares: El verano suele ser un período de transición entre grados escolares o etapas educativas. Diagnosticar los trastornos del neurodesarrollo y del aprendizaje durante este tiempo permite a los profesionales de la salud proporcionar recomendaciones y apoyo específicos para el próximo año escolar. Esto puede incluir adaptaciones curriculares, terapias especializadas o programas de intervención temprana.
  4. Acceso a servicios y recursos: Al diagnosticar los trastornos del neurodesarrollo y del aprendizaje durante el verano, se puede iniciar el proceso de acceso a servicios y recursos antes del inicio del año escolar. Esto puede incluir la derivación a terapeutas, programas de intervención temprana, grupos de apoyo o servicios educativos especializados.

Es importante recordar que la decisión de realizar evaluaciones y diagnósticos debe basarse en la evaluación individualizada de cada niño o adolescente y en la recomendación de profesionales de la salud especializados en el neurodesarrollo y los trastornos del aprendizaje. Destacamos que cada caso es único, y el diagnosticar en verano, puede o no ser el momento óptimo para realizar una evaluación. Siempre dependerá de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente.


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Altas Capacidades Vs Interacción Social

La identificación de las altas capacidades en niños puede variar según cada individuo y contexto, pero hay algunas señales comunes que podrían indicar la presencia de habilidades intelectuales superiores, en las que podemos destacar:

1. Desarrollo temprano: Logros o hitos del desarrollo tempranos, como aprender a caminar o hablar antes que otros niños de la misma edad.

2. Curiosidad y sed de conocimiento: Gran interés en aprender sobre una amplia gama de temas, haciendo preguntas inquisitivas y buscando respuestas más allá de lo que se espera para su edad.

3. Capacidad de atención: Capacidad para mantener la concentración durante períodos prolongados en actividades que les interesan, incluso a expensas de otras tareas o juegos.

4. Memoria excepcional: Capacidad para recordar detalles y retener información a largo plazo con facilidad.

5. Razonamiento avanzado: Capacidad para realizar conexiones complejas entre ideas, resolver problemas de manera inusualmente rápida o desarrollar soluciones creativas.

6. Vocabulario amplio: Uso de un lenguaje sofisticado y extenso, así como la capacidad de comunicarse con adultos y niños mayores de manera efectiva.

7. Intereses especializados: Enfoque intenso y apasionado en áreas específicas, como matemáticas, ciencia, música, arte o literatura, con un nivel de conocimiento que supera a otros niños de su edad.

8. Sensibilidad emocional: Mayor sensibilidad a los sentimientos propios y de los demás, así como una mayor preocupación por la justicia y la equidad.

9. Perfeccionismo: Tendencia a buscar la excelencia en sus tareas y frustrarse cuando no alcanzan sus propios estándares elevados.

10. Aburrimiento y desafío: Desinterés o aburrimiento en actividades escolares o tareas rutinarias que se consideran demasiado fáciles o repetitivas.

¿Por qué algunos niños con Altas Capacidades tienen dificultades en la interacción social?

Es posible que un niño con altas capacidades presente dificultades en el área de la interacción social. Aunque los niños con altas capacidades pueden tener habilidades intelectuales avanzadas, no necesariamente tienen un desarrollo equilibrado en todas las áreas, incluida la social.

Os explicamos algunas razones por las cuales un niño con altas capacidades pueden experimentar dificultades de interacción social:

1. Diferencias de intereses: El niño puede tener intereses muy específicos o intensos que pueden dificultar la conexión con otros niños de su misma edad que no comparten esos intereses.

2. Desarrollo asincrónico: Los niños con altas capacidades pueden tener un desarrollo asincrónico, lo que significa que su desarrollo intelectual puede estar muy por delante de su desarrollo emocional y social. Esto puede hacer que les resulte difícil relacionarse con sus pares en términos de intereses, habilidades sociales y madurez emocional.

3. Sensibilidad emocional: Algunos niños con altas capacidades pueden ser más sensibles emocionalmente, lo que puede llevar a una mayor vulnerabilidad a las críticas, la ansiedad social o la dificultad para comprender y manejar las interacciones sociales.

4. Dificultades de comunicación: Aunque un niño con altas capacidades puede tener un lenguaje avanzado, puede tener dificultades para adaptar su comunicación a la edad y nivel de desarrollo de sus compañeros, lo que puede dificultar la interacción fluida.

5. Falta de oportunidades de interacción social: Si el niño no tiene acceso regular a entornos sociales enriquecedores, como actividades extracurriculares o grupos de pares con intereses similares, puede tener menos oportunidades para practicar y desarrollar habilidades sociales.

Es importante destacar que las dificultades de interacción social no son una característica inherentemente asociada a las altas capacidades, pero pueden presentarse en algunos casos. Con un apoyo adecuado, como la orientación de profesionales o la participación en actividades que promuevan la interacción social, los niños con altas capacidades pueden aprender y mejorar sus habilidades sociales.

Os dejamos algunas pautas para trabajar el área social de los niños con altas capacidades

Proporcionar oportunidades para interactuar con otros niños de su edad: Puede ser beneficioso para el niño relacionarse con otros niños que compartan intereses similares o que también tengan altas capacidades intelectuales.

Fomentar habilidades sociales: Ayuda al niño a desarrollar habilidades de comunicación, resolución de conflictos, empatía y trabajo en equipo a través de actividades y juegos que promuevan la interacción social.

Apoyar el desarrollo emocional: Enséñale al niño a identificar y expresar sus emociones de manera saludable, y bríndale estrategias para lidiar con el estrés y la frustración.

Promover la inclusión: Fomenta un ambiente inclusivo y respetuoso en el que se valore la diversidad y se celebren las fortalezas individuales.

Ofrecer oportunidades extracurriculares: Busca actividades o grupos fuera del entorno escolar que permitan al niño explorar sus intereses y relacionarse con otros niños que compartan esos intereses.

Comunicación abierta con los tutores de aula: Mantén una comunicación regular con los maestros y profesionales de la educación para asegurarte de que las necesidades sociales y emocionales del niño se estén atendiendo adecuadamente tanto en casa como en la escuela.


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La alimentación,

desempeña un papel fundamental en el desarrollo y funcionamiento del cerebro de los niños. Una NUTRICIÓN adecuada proporciona los nutrientes esenciales que el cerebro necesita para crecer, desarrollarse y funcionar correctamente. Aquí hay algunas formas en las que la alimentación puede afectar el cerebro y el neurodesarrollo de los niños:

1. Desarrollo cerebral:

Durante los primeros años de vida, el cerebro de un niño experimenta un rápido crecimiento y desarrollo. Los nutrientes como los ácidos grasos omega-3, el hierro, el zinc, las vitaminas del complejo B y otros nutrientes esenciales son fundamentales para la formación de nuevas conexiones neuronales y el desarrollo adecuado del cerebro.

2. Funcionamiento cognitivo:

Una alimentación equilibrada y rica en nutrientes puede influir en el rendimiento cognitivo de los niños. Los nutrientes como las vitaminas, los minerales y los antioxidantes contribuyen al funcionamiento óptimo del cerebro y pueden mejorar la memoria, la atención, el enfoque y otras habilidades cognitivas.

3. Concentración y atención:

Algunos alimentos pueden afectar la concentración y la atención de los niños. Por ejemplo, los alimentos ricos en azúcar y los alimentos altamente procesados ​​pueden causar picos y caídas en los niveles de glucosa en sangre, lo que puede afectar negativamente la concentración y el enfoque. Por otro lado, una alimentación equilibrada con alimentos ricos en nutrientes puede promover una atención más sostenida y una mejor concentración.

4. Estado de ánimo y emociones:

Existe una estrecha relación entre el cerebro y el estado de ánimo. Algunos estudios sugieren que una dieta equilibrada y rica en nutrientes puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo y ayudar a reducir el riesgo de trastornos del estado de ánimo en los niños.

Es importante destacar que la alimentación es solo uno de los muchos factores que influyen en el neurodesarrollo y el funcionamiento del cerebro. Otros factores, como la genética, el entorno, la estimulación temprana y el cuidado general, también desempeñan un papel importante. Siempre es recomendable buscar el asesoramiento de profesionales de la salud, como pediatras o nutricionistas, para obtener pautas específicas sobre la alimentación adecuada para promover un óptimo neurodesarrollo en los niños.

Nutricionista Clínica: Sindia Linares Castellanos

Si quieres una consulta o una valoración nutricional, no dudes en contactarnos cumplimentando el siduiente formulario.


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Equilibrando trabajo, familia y pareja

La crianza de un hijo con una alteración en el neurodesarrollo puede ser un desafío emocional y práctico para los padres. Además de atender las necesidades médicas y terapéuticas de sus hijos, los padres también deben equilibrar sus responsabilidades laborales, mantener una vida familiar saludable y cuidar de su relación de pareja. En este artículo, exploraremos algunas estrategias efectivas para ayudar a los padres a organizar su tiempo y encontrar un equilibrio entre todas estas áreas importantes de sus vidas.

  1. Comunicación y apoyo mutuo: La comunicación abierta y honesta entre los padres es fundamental. Mantenerse actualizados sobre las citas médicas y terapias, así como compartir las responsabilidades diarias, puede ayudar a evitar confusiones y reducir el estrés. Apoyarse mutuamente emocionalmente es esencial para mantener una relación de pareja sólida durante períodos desafiantes.
  2. Planificación y programación: Crear un calendario compartido o utilizar aplicaciones y herramientas digitales puede ayudar a mantener un registro de las citas, terapias y obligaciones laborales. Establecer recordatorios y alarmas puede ser útil para evitar olvidos. Al planificar el tiempo, asegúrate de incluir momentos de calidad con tus hijos y tiempo para cuidarte a ti mismo.
  3. Flexibilidad laboral: Si es posible, busca opciones de flexibilidad en tu trabajo, como horarios de trabajo flexibles, trabajo desde casa o reducción de horas laborales. Hablar con tu empleador sobre la situación y las necesidades específicas de tu hijo puede conducir a soluciones que beneficien a ambas partes. Además, investiga si tu país o empresa ofrece algún tipo de licencia o subsidio especial para padres con hijos con necesidades especiales.
  4. Red de apoyo: No dudes en pedir ayuda a tu red de apoyo, ya sean familiares, amigos o vecinos. Pueden brindar apoyo emocional, ayudar con las tareas diarias o acompañar a tu hijo a terapias y citas médicas cuando no puedas hacerlo. Explora también grupos de apoyo locales o en línea, donde podrás conectarte con otras personas que están pasando por situaciones similares.
  5. Cuidado personal: No descuides tu propia salud y bienestar. Establece límites y dedica tiempo para descansar, hacer ejercicio, mantener hobbies y disfrutar de actividades que te relajen. Cuidar de ti mismo te ayudará a estar más equilibrado y disponible para tu familia.

Conclusión: La organización del tiempo para los padres que tienen un hijo con una alteración en el neurodesarrollo puede ser un desafío, pero con estrategias efectivas y el apoyo adecuado, es posible lograr un equilibrio entre el trabajo, la familia y la pareja. Recuerda que cada familia es única y encontrarás el enfoque que funcione mejor para ti. La clave es la comunicación abierta, la planificación cuidadosa y el cuidado personal. Al encontrar un equilibrio, podrás brindar el amor y el apoyo que tu hijo necesita, al tiempo que cuidas de ti mismo y de tus relaciones cercanas.

Yurubay Linares Castellanos

Socióloga


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Pautas Sensoriales para la escuela y el hogar

Antes de daros unas pautas sensoriales que podéis tener en cuenta para trabajar con vuestros hijos es importante que entendáis el significado del procesamiento sensorial y que dificultades pueden presentar los niños cuando está alterado. Al final del artículo tenéis el material para descargar

Procesamiento Sensorial

El procesamiento sensorial es la capacidad de recibir, organizar, interpretar y priorizar la información sensorial.

La información sensorial es recibida por nuestro cerebro a través de los sistemas sensoriales y responde adecuadamente. Toda esta información debe organizarse e interpretarse para que los niños puedan actuar en consecuencia. Cuando hay alteraciones en el procesamiento sensorial los niños/as o adolescentes pueden experimentar:

  • Participación reducida en las actividades de la vida
  • Deterioro de la autoestima y aumento de los niveles de
  • Mayores niveles de frustración.
  • Dificultades con la autorregulación.

La participación reducida en experiencias sensoriales puede limitar las oportunidades de aprendizaje de un niño. Los niños aprenden sobre su mundo a través de la exploración activa y la experimentación con sus entornos.

Sensibilidad

Búsqueda
Los niños pueden tener miedo o evitar ciertas sensaciones.

 

Los niños buscan cantidades de información sensorial superiores a la media (más intensas)

 

Por ejemplo , ruidos fuertes inesperados: anuncios de la escuela/campana de la escuela

 

Por ejemplo, caerse intencionalmente o chocar contra objetos.

Podemos encontrar niños en cualquiera de las dos categorías para cada uno de los sistemas sensoriales

Dificultades comunes de procesamiento sensorial

 Visual: no le gustan las luces brillantes, se siente abrumado o distraído por demasiada información visual o puede tomar más información visual de lo común para reaccionar, como la búsqueda de entornos brillantes, destellos, reflectantes y objetos giratorios.

Auditivo: reacciona fuertemente a ruidos fuertes o inesperados, o se distrae con ruidos de fondo.

Táctil: no le gusta tocar ciertas texturas, las etiquetas en la ropa pueden ser incómodas o buscan oportunidades para sentir texturas en manos/pies u otras partes del cuerpo, como por ejemplo estar sin calcetines.

Propiocepción (conciencia del cuerpo): disfruta saltando y chocando, chocando con otros disfruta siendo apretado/aplastado.

Vestibular (movimiento): necesita moverse constantemente, no puede quedarse quieto, se mece o se mueve inquieto en la silla.

Desde el área de integración sensorial os damos una serie de pautas sensoriales que podéis tener en cuenta para ayudar a vuestros hijos o alumnos:

Estrategias Sensoriales

 Sensibilidad Visual

 Disminuya la entrada visual y minimice el desorden visual

  • Coloque al niño cerca del maestro
  • Asegúrese de que el escritorio del aula y el escritorio de su habitación esté limpio y claro; con solo los materiales necesarios.
  • Defina el espacio visual y manténgalo siempre ide la misma forma.
  • Examine el tipo de luz en su habitación y coloque una iluminación suave o luz tenue
  • Proporcione gafas de sol, si el niño es hipersensible a la luz solar

Estrategias de búsqueda visual:

Construya juguetes que brinden información visual en las actividades de juego funcional:

  • Burbujas
  • Lámparas de lava
  • Varitas de purpurina
  • Luces estroboscópicas
  • Juguetes con destellos brillantes
  • Peonzas
  • Caleidoscopio
  • Molinetes
  • Globos

Sensibilidad auditiva:

 Eliminar las fuentes de ruido impredecible en casa y en el aula de clases.

  • Siente al niño cerca de la maestra o maestro y lejos de la puerta/pasillo.
  • Proporcionar auriculares o tapones para los oídos con cancelación de ruido.
  • Proporcionar acceso a un espacio para un retiro tranquilo si el niño muestra signos de sobreexcitación. En el espacio de retiro tranquilo debería haber artículos para calmar los sentidos (silla con forma de puf, almohadas, animales de peluche, libros).

Los horarios y temporizadores visuales son útiles para proporcionar previsibilidad y disminuir la ansiedad.

Sensibilidad táctil:

 Fomentar la exploración de nuevas texturas al ritmo del niño

  • Contenedores táctiles: harina de maíz, avena, agua, arena, lentejas.
  • Búsqueda del tesoro: esconde objetos pequeños en Play­Doh o contenedores táctiles.
  • Dibujar/imprimir: en pintura para dedos, espuma de jabón o crema de afeitar.
  • Bolsa/libro: diferente texturas
  • Incorpore juguetes de goma que brinden información táctil en actividades de juego funcional:
  • Masilla tonta
  • Pelotas antiestrés
  • Juguetes blandos/blandos/elásticos

 Sensibilidad propioceptivas y búsqueda vestibular:

Las actividades de descanso sensorial se pueden incorporar durante la jornada escolar, los fines de semana o en la vacaciones del niño/a, para proporcionar la información sensorial que él o ella necesita. Estos pueden realizarse antes de las tareas más exigentes y distribuirse a lo largo de todo el día.

Actividades en espacios cerrados

  • Monopatín: empujar con los brazos/piernas
  • Actividades con balones terapéuticos: subir y bajar saltando en posición sentada
  • Llevar una mochila pesada o sacos de pesas en los hombros o cabeza.
  • Saltar en un trampolín
  • Mecedora

Actividades al aire libre

  • Colgarse de las barras de trepar
  • Jugar a trepar en el parque o el espacio de patio y recreo en la escuela
  • Lanzar/patear o empujar una pelota de ejercicio grande

Equipo Sensorial básico propioceptivo que pueden tener en casa o en la escuela

  • Trampolín
  • Tabla de patinete
  • Pelota de ejercicio
  • Mochila pesada o sacos de pesas
  • Taburete en T o en S
  • Pelota en forma de cacahuete
  • Silla de pelota
  • Mecedora o columpio
  • Cojín de cuña
  • Cojín vibratorio o con pichos suaves

Para más pautas sensoriales, no dudéis en suscribirte a nuestro blog y poder obtener más material descargable. CLICA PARA DESCARGAR

pautas sensoriales


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Cómo podéis desarrollar el lenguaje de vuestro hijo con instrucciones

Muchas madres y padres dan por sentado o no son conscientes de que dar instrucciones a sus hijos y en particular a los niños que se demoran en hablar, puede ayudarles a desarrollar sus habilidades lingüísticas. Los maestros y sus refuerzos también pueden utilizar estos consejos para desarrollar las habilidades lingüísticas de sus alumnos.

Estos son los dos tipos de instrucciones y las formas en que podéis darlas para aumentar el lenguaje de vuestro hijo:

  1. Instrucciones de rutina: instrucciones que fomentan el cumplimiento
  2. Instrucciones no rutinarias: instrucciones que hacen crecer el lenguaje de un niño

 

  1. Instrucciones de rutina

Estas instrucciones tratan principalmente sobre cosas de rutina.

Los ejemplos de estas instrucciones de rutina incluyen; pedirle a vuestro hijo que lleve su taza a la cocina después de que haya terminado de tomar su leche o zumo, o pedirle que consiga un vaso si pide agua, etc.

Este tipo de instrucciones requieren cumplimiento, ya que le enseñan a vuestro hijo lo que vosotros queréis que haga y cuándo queréis que lleve a cabo la tarea respectiva. Estas instrucciones son buenas para potenciar las habilidades auditivas.

Vuestro hijo puede realizar las instrucciones de rutina en piloto automático, ya que la instrucción suele ser simple y se trata de cosas de rutina, es decir, las cosas que necesitan o hacen todos los días, como pedir agua o llevar su taza a la cocina después de haber terminado de tomar su leche /agua / zumo. Y debido a que el piloto automático de su hijo puede seguir este tipo de instrucciones, no son las mejores para mejorar el vocabulario y desarrollar el lenguaje.

  1. Instrucciones no rutinarias

Las instrucciones no rutinarias son más beneficiosas y es más probable que permitan aumentar el lenguaje de vuestro hijo, y este es el tipo de modelo en el que debéis centraros.

Con este tipo de instrucción, vuestro hijo realmente tendrá que participar y procesar todo lo que vosotros digáis para que pueda lograr lo que se le ha pedido.

La forma de dar esta instrucción es dar instrucciones “complejas y de varios niveles” que obligarán a su hijo a comprender todos los aspectos de esa instrucción. Por ejemplo, puede pedirle a su hijo que “vaya al segundo cajón de su dormitorio y consiga sus gafas para leer”. Este, por supuesto, no debería ser el lugar habitual donde guarda sus gafas de lectura. Esta instrucción obligará a su hijo a participar para descubrir qué es “segundo” y “cajón”.

Otro ejemplo de instrucción no rutinaria podría ser “ve a la cocina y tráeme la taza azul y amarilla”. La taza azul y amarilla no debe ser la taza que su hijo está acostumbrado a traerle cuando le pide que le traiga una taza. De esa manera, su hijo tendrá que comprometerse para averiguar qué tipo de taza está pidiendo.

Instrucciones no rutinarias para desarrollar el lenguaje de vuestros hijos

Las instrucciones no rutinarias presentan buenas oportunidades para descubrir los tipos de palabras con las que vuestro hijo no está familiarizado.

Cuando le da una instrucción a su hijo y descubre que no puede ejecutarla, es un buen indicio de que hay una palabra o palabras en particular en ese comando con las que su hijo no está familiarizado. Luego podéis comenzar a enseñar esta palabra o palabras y cuando las enseñe, puede volver a probar con una instrucción.

Por ejemplo, si le dice a su hijo, “consígueme el mando” que está debajo de la silla” y él le da el que está debajo de la mesa, entonces probablemente se verá obligado a racionalizar que tal vez su hijo no entienda la palabra ” debajo”. Luego puede comenzar a enseñar esta palabra dando múltiples ejemplos o múltiples modelos de la palabra “debajo”. Puede apilar las palabras, una tras otra, crear niveles de instrucciones y hacer que un niño haga cosas en varios pasos. Puede tirar la palabra “debajo” por todas partes, para que la próxima vez que dé la instrucción, su hijo pueda seguirla.  

Y para finalizar

El problema que encontramos en la mayoría de los hogares es que están muy orientados a la rutina. Muchas veces nuestros especialistas preguntan a los padres que vienen al centro, ¿su hijo sigue las instrucciones? Dicen “sí” y pueden dar un ejemplo como, “oh sí, de hecho, cada vez que suena un teléfono, saben a quién dárselo”. Y estoy pensando, “El teléfono que suena es su mensaje y tienen muy buena memoria visual, por lo que saben a quién dar el teléfono”.

Esto no puede contarse como una instrucción que realmente puede desarrollar habilidades lingüísticas. Es posible que los padres desconozcan que su hijo SI puede seguir instrucciones, pero es posible que no conozcan el vocabulario específico para las diversas cosas que se les pide que traigan en casa. Pensad … los padres pocas veces os desviáis de los guiones establecidos en lo que se refiere a las palabras pronunciadas , ¡la mayoría de los hogares carecen de vocabulario novedoso! 

Dar instrucciones o comandos es una forma muy poderosa de hacer que vuestro hijo desarrolle habilidades lingüísticas. Por favor, comenzad y contadnos cómo va y escríbenos sobre cómo os va, una vez que hayaís leído este artículo.

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PREMATURIDAD Y DESARROLLO MOTOR

Un bebé prematuro es aquel que ha nacido antes de las 27 semanas de gestación y/o con un peso inferior a los 2500 gramos y se clasifican en tres tipos según las semanas de gestación:

–          Prematuros moderados a tardíos (de 27 a 32 semanas de gestación)

–          Muy prematuros (entre 32 y 28 semanas de gestación)

–          Prematuros extremos (inferior a 28 semanas de gestación)

Nacer prematuro implica que todos los sistemas y órganos del cuerpo se encuentran inmaduros y esto conlleva un riesgo más elevado de mortalidad, de padecer enfermedades asociadas o de desarrollar algún tipo de discapacidad.

Normalmente, a menor edad gestacional (semanas de embarazo con las que ha nacido el niño), mayor probabilidad de desarrollar complicaciones y trastornos importantes que requieran de cuidados médicos especiales.

Los niños prematuros pueden presentar trastornos graves que generalmente se diagnostican durante los dos primeros años de vida, como la parálisis cerebral, la discapacidad intelectual, la ceguera o la sordera. Asimismo, pueden desarrollar trastornos más leves como discapacidades de aprendizaje y problemas de conducta que se pueden manifestar durante toda la fase de crecimiento.

No obstante, el desarrollo de cada niño es único y la evolución que tenga durante los primeros meses será importante para establecer un pronóstico.

Edad cronológica y edad corregida

Es importante destacar que el desarrollo de un niño prematuro, en la mayoría de los casos, no será igual que el desarrollo típico de un niño nacido a término. Es por eso, que con los bebés prematuros se utiliza la edad corregida:

–          Edad corregida: es la edad que tendría el niño si hubiese nacido a las 40 semanas de gestación.

–          Edad cronológica: es la edad que tiene el niño desde el nacimiento, sin tener en cuenta la edad gestacional al nacer.

Para determinar pautas de desarrollo y crecimiento, especialmente hasta los dos años de vida del niño, se hace referencia a la edad corregida.

Desarrollo motor típico en niños nacidos a término:

Determinar un patrón de desarrollo motor normal o estándar es complejo, ya que el desarrollo de cada niño no es idéntico, pero se han detectado unas etapas comunes en la mayoría de niños con desarrollo motor típico:

–          Control de cabeza: 2-3 meses

–          Inicio de la manipulación: 3 meses

–          Inicio de sedestación (sentarse): 7-9 meses

–          Volteo: 6-8 meses

–          Inicia posición de gatas: 8 meses

–          Gateo: 9-11 meses

–          Caminar: 12-18 meses

–          Autonomía motriz y funcional: 18 meses

 Desarrollo motor en un niño prematuro

Los niños prematuros que no han sufrido ningún tipo de alteración adicional (parálisis cerebral, trastornos sensoriales, discapacidad intelectual, etc.), es frecuente que logren un desarrollo motor adecuado, aunque a un ritmo más lento, necesitando más tiempo para conseguir los hitos motores a pesar de tener en consideración la edad corregida.

Esto no significa que tengan algún problema de base, solo que tardan más de lo esperado normalmente en dominar esa habilidad motora. No obstante, cuando cierta habilidad no se adquiere dentro de ese periodo de tiempo o se adquiere con grandes dificultades, se puede sospechar de un retraso motor.

Signos de alerta Para detectar si el desarrollo es adecuado, es importante tener en cuenta los siguientes indicadores:

3 meses –          No fija mirada ni sigue objetos en movimiento

–          Tiene dificultad para levantar la cabeza en posición boca abajo o en vertical

–          Piernas rígidas con poco o sin movimiento

–          Tiene las manos siempre cerradas y con el pulgar dentro los dedos

 

  

6 meses

–          No inicia el volteo hacia los dos lados

–          No retiene objetos que se le ponen en la mano

–          Está muy pasivo

9 meses –          No se aguanta sentado sin apoyo

–          Solo usa una parte del cuerpo para moverse

–          No se arrastra

–          No se pasa manipula objetos

  

12 meses

–          No gatea

–          No se pone de pie cogido a un mueble u objeto

–          No se sienta solo sin ayuda

 18 meses –          No camina solo

–          No se pone de pie sin ayuda

–          No realiza la pinza con los dedos

 24 meses –          Falta de fluidez, torpeza y desequilibrio al caminar

–          No se levanta del suelo sin ayuda

Estos ítems son tan solo una guía y pueden tener una o diferentes causas. Para especificar cualquier alteración o retraso motor, es imprescindible consultar al profesional especializado, ya que son las personas capacitadas para realizar una valoración más extensa y reconocer si el niño presenta un retraso motor en su desarrollo.

¿Cómo interviene la fisioterapia pediátrica en el desarrollo de los niños prematuros?

La fisioterapia pediátrica se centra en asesorar, prevenir y/u ofrecer tratamiento a aquellos niños que pueden presentar un retraso en el desarrollo u otras enfermedades o alteraciones. En el caso de niños prematuros, es importante detectar e intervenir de manera temprana si presentan signos de alarma en su desarrollo. De esta manera, se pretenden minimizar o resolver los trastornos que puedan aparecer y prevenir futuras complicaciones.

También es importante acompañar y enseñar a la familia, resolver sus dudas y dar estrategias, ya que son quienes pasan más tiempo con el bebé y pueden aplicar los objetivos terapéuticos y favorecer su desarrollo.

La mejor manera de estimular al bebé será jugando, aportando nuevas experiencias, potenciando así su aprendizaje y la adquisición progresiva de sus capacidades. Es importante que se favorezca su autonomía a medida que va creciendo para que pueda descubrir su entorno.

Finalmente, remarcar que el desarrollo y la evolución de cada niño es único. Ante cualquier sospecha o signo de alarma, es necesario realizar una evaluación y valoración por parte del equipo de profesionales correspondiente para determinar si el niño presenta algún tipo de problema en su desarrollo.

Tienes dudas y quieres hablar con un especialista no dudes en escribirnos.


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El lenguaje en el Autismo

Uno de los rasgos más importantes del niño autista son las dificultades relacionadas con el lenguaje, ya que pueden suponer una ausencia total del habla o un parloteo del todo ininteligible.  Pero que un niño no hable, no significa que no se comunique.  Sabemos que existe un fuerte componente sensorial implicado en la dificultad de las personas con autismo para desarrollar un modelo de comunicación bidireccional y funcional. Estos factores relacionados con los desórdenes sensoriales, impactan fuertemente en la adquisición del lenguaje sobre todo en el caso de los niños, en el desarrollo intelectual, en la conducta y en la interacción social.

Es importante desarrollar y estimular la simbolización, ya que si el niño no accede a la simbolización; la creación del vínculo social y el desarrollo del trabajo educativo se verán afectados y ser casi imposible que se lleve a cabo con efectividad.

El trabajo con los niños autistas no está en el de imponer o hacer que se parezca a otro. Sino a acompañarlo, ya que su lenguaje ya dota de significado lo que necesitan es ayuda en cuanto a un orden, sistemas, estrategias y garantías. Necesitan construir una estabilidad y una organización que los planifique.  Dentro de esta organización, tenemos que tener en cuenta que los niños con TEA con sensibles y frágiles a los cambios bruscos e inesperados. Tenemos que crear un clima que contemple las necesidades del niño y facilite la anticipación de las propuestas y actividades.

Uno de los enfoques que tiene que coger la intervención es la de ensanchar las posibilidades de la comunicación, facilitando el descubrimiento u el uso de los diferentes lenguajes tales como; corporal, verbal, musical, plástico e iconográfico. Los niños con TEA en general tienden a tener más desarrollado el lenguaje visual y musical son dos componentes muy fuertes que pueden facilitar su desarrollo.

Es importante saber que no podemos estimular el lenguaje oral de igual manera en cada persona sino que será importante conocer los gustos, las habilidades y partir de aquí crear una programación individualizada y personalizada.

¿Existe una edad límite para que desarrolle el lenguaje verbal en el autismo?

No hay una edad límite para que el niño no llegue a hablar, ya que algunos estudios postulaban que a partir de los 6 años si no se había desarrollado el lenguaje este ya no florecería, a día de hoy esto sabemos que no es cierto. Podemos decir que en una edad más temprana, el cerebro tiene más plasticidad para poder aprender, hacer asociaciones, en definitiva un desarrollo más rápido. Esto quiere decir, que   partir de cierta edad puede haber más dificultades para los aprendizajes, pero no es imposible. Este hecho se sostiene a que cualquier persona puede aprender una lengua a cualquier edad; se podrá ver más limitado, pero no por ello menos funcional.

 

¿Cómo podemos fomentar la comunicación en niños con TEA?

Se usa el apoyo visual como forma de que el niño integre la información para poder asociarla a los aspectos sonoros de la palabra. Mostramos una imagen (perro) y reforzamos verbalmente. A medida que el niño aprende, se va extendiendo el número de palabras que se asocian a imágenes, hasta que llega un momento que el niño no requiere de la imagen y comprende perfectamente lo que se le dice. Incluso a generalizar.

Una vez el niño llega a los 6 años, aproximadamente, lo normal es iniciar el proceso de aprendizaje de la lectoescritura, que será un gran reforzador del lenguaje, ya que a medida que la comprensión lectora del niño aumenta, aumenta también su comprensión del lenguaje oral.

Algunas estrategias:

  • Anticipar toda la información necesaria, antes de realizar cualquier actividad.
  • Utilizar juegos de rol, para fomentar el tiempo de espera y el turno.
  • Disminuir el uso de las ecolalias (frases y sonidos de forma involuntaria), redirigirlas y darles un sentido funcional y comunicativo.
  • Tarjetas con fotografías de temas de agrado del niño o niña para poder desarrollar el léxico (palabras) y, a partir de aquí, ir construyendo frases.
  • Trabajar con tarjeta de temporalidad para crear diálogos y conversaciones. Hacer uso de secuencias temporales.
  • El ordenador, ya que es un recurso de agrado para la mayoría de niños, nos permitirá hacer actividades como jugar con el sintetizador de voz: el ordenador irá escribiendo y reproduciendo lo que el niño va diciendo, así recibe un feedback positivo.
  • Uso de un comunicador (SAAC). son formas de expresión distintas al lenguaje hablado, que tienen como objetivo aumentar (aumentativos) y/o compensar (alternativos) las dificultades de comunicación.